La gran final de ese campeonato fue dura, aunque se desarrolló sin grandes incidentes. El local se había puesto en ventaja a los 12 minutos, gracias al oportunismo de Dorado. Pero el equipo argentino reaccionó rápido. La etapa inicial terminó 2-1 a favor de la blanquiceleste, que había dado vuelta el resultado con tantos de Peucelle y Stábile. Nasazzi, el capitán uruguayo, protestó aireadamente la legalidad del segundo tanto argentino, señalando que Stábile estaba en posición fuera de juego. En el segundo tiempo todo cambió. Cea igualó tras una brillante jugada idividual e Iriarte marcó el tercero. "El Manco" Castro (había perdido su mano derecha en un accidente) aseguró la victoria con el 4-2.
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